
Mala educación, prepotencia y coacciones. Un grupo de arquitectos, que han preferido mantener el anonimato, pusieron de manifiesto el año 2004 que estos eran los métodos del actual director del área de Urbanismo del Ayuntamiento de Sabadell, Manuel Somoza, uno de los imputados en la trama de corrupción de la operación Mercurio destapada el martes. Lo acusaban de "coaccionar" a los promotores de las obras para que cambiaran los arquitectos que no se avenían a sus peticiones bajo "la amenaza de no otorgar la licencia". Somoza, que en ese momento dirigía la comisión de paisaje urbano del Ayuntamiento, conseguía crear entre los arquitectos y los promotores un "clima de terror", según constataron estos profesionales. Para estos arquitectos, Somoza no tenía "ningún respeto" por la dignidad de los profesionales, "que acababan aceptando ser humillados ante su cliente para conseguir un bien muy preciado: la licencia de obras".
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