La formación en nuevas tecnologías cada vez más se está convirtiendo en una necesidad para el colectivo de los arquitectos en general. Pero esta necesidad se debería convertir en obligación para aquellos arquitectos que vocacionalmente optan por representarnos ante la Sociedad. No nos estamos refiriendo a que nuestros representantes se conviertan en sesudos expertos informáticos, sino que entiendan las posibilidades que la tecnología ofrece para su día a día y se habitúen a utilizarla. Pero como en todo proceso de transformación, siempre hay resistencia al cambio, algo inherente al ser humano. Aunque este artículo no va directamente dirigido a ellos seria bueno que le dieran un vistazo.
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