Fragmentos de la
ponencia presentada por D. José María Ródenas Cañada, Dr. Arquitecto y Subdirector General de Urbanismo y Ordenacion del Territorio de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia en el II Congreso de Arquitectos de la Región de Murcia celebrado el pasado mes de febrero de 2011.
.../... Ofrezco aquí la visión retrospectiva de mi experiencia de más de 35 años de ejercicio profesional, la mayor parte en la administración pública y específicamente en el campo del urbanismo, a lo que me referiré con mayor conocimiento de causa, lo que espero no condicione mis reflexiones que pretenden ser genéricas.../...
.../... Por un lado, el período de fuerte crecimiento económico que hemos “disfrutado” y que ha dado paso a la actual situación depresiva, ha producido una serie de vicios o corruptelas en relación con la forma de trabajar: prisas en los encargos, proyectos deficientes, poco madurados pero, eso sí, bien pagados porque la demanda lo permitía, en resumen, poco rigor y muchas prisas. La consecuencia ha sido un fuerte retroceso del nivel de responsabilidad personal y profesional, eso sí con la cobertura necesaria del riesgo económico que ello conlleva, mediante el pago de las correspondientes primas de seguros.../...
.../... Desde la administración se respondía a esto incrementando los medios de control, con más normas, más técnicos, más trámites, al tiempo que se veía con recelo la avalancha de trabajo y la presión correspondiente. Código técnico, normas, reglamentos, evaluaciones, controles, visados…Pero, a más control, menos responsabilidad. Lo importante ya no es la calidad, ni el servicio, sino cumplir la norma, su “cumplimiento”, aunque ello suponga “cumplir” y “mentir”. “Cumplir” con la letra de la ley para “mentir” contra su espíritu y finalidad. Ampararse en el cumplimiento de la legalidad para justificar la falta de responsabilidad, dedicación y honestidad profesional.../...
.../... ¡Cuantas veces la aplicación estricta o literal de una norma encubre una actitud de comodidad o irresponsabilidad, al no buscar la adecuada interpretación para no complicarse la vida, para no resultar sospechoso! Qué fácil resulta para el funcionario poner pegas y reparos y qué difícil, por no decir ya imposible, emitir un informe favorable, especialmente desde la última reforma del código penal y la tipificación del delito de prevaricación urbanística para todo tipo de planes y proyectos.../...
.../... Conociendo la especial dificultad y complejidad de la normativa urbanística y territorial y su amplio margen de interpretación, cuando las cosas no son ni blanco ni negro, se puede suponer lo arriesgado que va a ser para los funcionarios públicos emitir informes favorables, cuando resulta tan fácil emitirlos desfavorables (lo que, paradójicamente, aunque fuera injusto, no sería delito).../...
.../... Y aquí ya no hay seguro que nos respalde; se trata de responsabilidad penal, de la que nadie puede responder por ti. Las consecuencias son fáciles de deducir y ya se están produciendo en todos los niveles de la administración: retrasos, papeleo, reparos y más reparos en los informes, hasta llegar, en el mejor de los casos, al “no se aprecia inconveniente”. Informes “favorables”, ninguno.../...
.../... La clave para poner cordura en esta situación estaría en mantener una actitud responsable y sensata, consciente (a sabiendas) de lo que se hace, justificando y razonando las propias opiniones conforme a la recta conciencia, aunque ello pueda acarrear complicaciones, confiando en que en un estado de derecho se impone siempre la justicia frente a los “justicieros”, la cordura frente a la locura.../...
.../... Cada vez hay más medios y más normas y cada vez se hacen las cosas peor. Nada puede sustituir a la responsabilidad personal, ejercida aún en contra de la norma. Si la norma no tiene una aplicación razonable y lógica sería injusta y la norma injusta no puede obligar en conciencia. Normas, si, pero flexibles y orientadoras de las iniciativas responsables. Hay que superar el bloqueo normativo en que nos encontramos, que solo sirve para eludir responsabilidades y paralizar cualquier actividad.../...