martes, 17 de octubre de 2017

[508] UN NUEVO CTE PARA UN NUEVO ESCENARIO

El sector de la construcción está desde hace algún tiempo sometido a una revisión para poder llevar a cabo una transformación profunda del modo en el que ha venido operando durante décadas. Desde ITeC creemos que es posible una transformación profunda y compleja, pero que precisa de un ejercicio de transversalidad sin el cual no es posible dar respuesta a todos los retos que se plantean en la actualidad.
Ese espíritu transversal, colaborativo, capaz de generar entornos de confianza y de transparencia, está en el núcleo de la transformación del sector. Y es así, porque consiste en promover un cambio de mentalidad sin el cual no será posible avanzar. A este cambio de mentalidad, le acompañan nuevas tecnologías, nuevos procesos, nuevas herramientas, cuyo aprendizaje, por difícil que sea, no es comparable con lo que supone el cambio de mentalidad al que aspiramos.
Entre los muchos aspectos que se deben replantear se podría proponer una posible revisión del Código Técnico de la Edificación (CTE). Sin entrar en un diagnóstico que nos podría llevar a un artículo de gran extensión, se puede realizar un ejercicio de síntesis para proponer unas ideas que, a nuestro entender, podrían establecer las directrices básicas de un CTE adaptado al nuevo escenario en el que nos encontramos, casi 15 años después de los primeros planteamientos del actual CTE.
¿Qué términos definen el escenario actual? 
1. Un concepto Global: La sostenibilidad en toda su extensión (Económica, social y técnica, incorporando la economía circular, la reducción de impactos ambientales, emisiones, reducción de la dependencia de energía no renovable…etc.)
2. Una necesidad europea: La renovación Urbana, en la que la Arquitectura y la Construcción, forman parte junto a otros sectores y áreas de conocimiento
3. Las nuevas tecnologías: La agenda digital europea y la Construcción 4.0.
4. Un cambio sectorial: La adopción de una cultura altamente colaborativa (ligada a la transversalidad, transparencia, la confianza)
Obviamente, el CTE por si sólo no puede dar respuesta de forma exclusiva, pero si puede contribuir notablemente participando y asumiendo aquellos aspectos a los que se encuentra más cercano.
La revisión podría partir de un concepto central: el ciclo de vida completo.
El CTE debería enfocarse hacia el ciclo de vida completo de la edificación, incorporando aquellas exigencias que sean necesarias en cada una de las distintas fases Planificación, Diseño, Construcción, Explotación, Rehabilitación y/o Deconstrucción. 
Es necesario superar la presencia a veces excesivamente testimonial o parcial de alguno de estos aspectos. Esta idea fundamental, debería propiciar, que toda edificación nueva o existente, se viera vinculada a unas exigencias precisas en función de su situación o estado.
Superaríamos de este modo el hecho que el CTE sólo afecta a nueva edificación o gran rehabilitación, dejando la inmensidad del parque existente bajo una nube no suficientemente precisa de otras instrucciones, leyes o decretos.
En este sentido conviene recordar que, del parque de viviendas de España, por encima de 25 millones, apenas un 3% de ellas se han construido bajo las indicaciones del CTE, mientras que cerca de un 58% lo hicieron bajo las NTE y las NBE.
Alrededor de esta idea central, proponemos abordar los siguientes aspectos colaterales:
1. Reconsideración/autocrítica/reorientación del CTE entorno al debate código Prestacional/código Prescriptivo, que conduciría probablemente a un reequilibrio de las actuales partes I y II del CTE.
2. La necesaria lectura transversal del CTE, procediendo a un análisis de compatibilidad y encaje entre documentos básicos, con el mismo rigor que se exige a un proyecto cuando con las tecnologías actuales estamos introduciendo lo que denominamos “control de colisiones”.
3. Apertura de un debate sobre el modo de tratar la intervención en edificios existentes a distintas escalas de profundidad, que permita dar una solución a las dificultades que plantea la relación CTE-Rehabilitación, todavía no suficientemente resueltas. En este ámbito cabe destacar dos aspectos. El primero es permitir la adopción de aquellos criterios normativos orientados a mejorar, tanto como sea posible, la situación de un edificio existente, más que obligarle a cumplir con el código en toda su extensión, una tarea casi imposible en muchas ocasiones. El segundo es la necesidad de flexibilizar la documentación estándar de proyecto adaptándola a cada tipo de intervención de rehabilitación, puesta de relieve en el último Congreso de la Arquitectura, celebrado en 2016.
4. Abordar la estandarización de los datos en un proceso que avanza cada vez de forma más decidida hacia el diseño paramétrico orientado a objetos, que las nuevas tecnologías electrónicas ponen al servicio de la actividad del sector como instrumento para alcanzar mayores cotas de calidad.
Finalmente, creemos que sería interesante una reflexión general sobre la relación del CTE, y la promoción de la innovación en el sector. ¿Hasta qué punto el actual CTE es capaz de promover la innovación? ¿Han sido los Documentos Reconocidos un buen instrumento de promoción de la innovación? 
Ferran Bermejo Nualart, Director Técnico de ITeC.
www.itec.es fbermejo@itec.cat
Septiembre 2017

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